miércoles, 22 de agosto de 2012

Y, de repente, apareció Lucía


Este mes de Julio y  Agosto han sido muy duros para los farmacéuticos y nuestros colaboradores, pero no lo han sido menos para los usuarios, a los que la información no ha llegado o ha llegado mal sobre el tema del “copago”. Esto nos ha sumergido en una actividad administrativa sin precedentes en la farmacia y lo que hasta ahora reconocíamos como “dispensación” se estaba convirtiendo en una tarea administrativa exagerada para un servicio relacionado con la salud de los usuarios.
En esta vorágine de pagos y repagos he estado sumido tanto, que incluso con alguno de los pacientes a los que llevo en seguimiento, esta era la única preocupación que tenían con respecto a sus tratamientos (imagino que FORO tendrá que sacar otro consenso para clasificar esta nueva tarea).
Pero la realidad es tozuda y nosotros estamos aquí para lo que estamos, así que sin más irrumpe por la farmacia Lucía, acompañada de su madre, una niña con Hiperactividad, Deficit de Atención e Impulsividad, mucha impulsividad. Solo estuvo unos minutos, suficiente para comprender lo complicado que debe ser la convivencia junto a ella sin tratamiento, lo tiró “todo” a su paso. Fue como un golpe encima de la mesa que decía “¡Deja de mirar si se paga o se deja de pagar y mira lo que hay por aquí!
Pues si, es el último paciente que incorporé al Servicio de Optimización de la Farmacoterapia, necesita muchas intervenciones, ya que fruto de la desesperación de la madre unido a la buena voluntad de su pediatra, las “decisiones” no del todo acertadas del Psiquiatra y las revisiones erráticas del Neurólogo, están haciendo que Lucía esté necesitando “a gritos” o mejor dicho “a empujones” que se Optimice su Farmacoterapia y que el plan de actuación tenga en cuenta todos los aspectos familiares y sociales de su entorno para conseguir paliar el sufrimiento de ella y su familia.
Estos niños con TDAH y especialmente éstos con Impulsividad, así como seguro que otros muchos con enfermedades minoritarias, sufren de las típicas “deficiencias del sistema”, ahora entiendo a mi compañera farmacéutica de Cádiz, Mª Dolores Palomino, que dedicó mucho esfuerzo en conseguir que se reconociera la especialidad de Psiquiatría Infantil (este año será el primero en su formación para los nuevos MIR) y gracias a su trabajo para la tesis doctoral: “Guía práctica de dispensación farmacéutica para TDAH” he visto algo la luz dentro de mi propio desconocimiento, ésta guía es imprescindible para el Seguimiento de éstos niños desde la Farmacia.
Ya he intervenido para intentar cambios en su tratamiento pero parece que su Psiquiatría, que solo la atiende por teléfono y que me temo que no está valorando eficientemente el comportamiento de la niña y su retraso en el aprendizaje, no cree que mis intervenciones tenga que tenerlas en cuenta. Mientras incorpora tratamientos a Lucía y necesita incorporar mas fármacos para paliar los efectos nocivos de los anteriores, con oportunidades para la optimización de su Farmacoterapia que simplificarían los resultados de efectividad y de seguridad. Tengo puestas muchas esperanzas en ayudar a esta niña que, como su madre, es adorable y se merecen lo mejor.
PD:  El nombre de la niña es ficticio, preservemos su intimidad.